Javier Fuentes es uno de esos profesionales que combina una sólida trayectoria en compañías multinacionales con una mirada profundamente humana sobre el impacto de la tecnología. Como conferenciante, ayuda a empresas y directivos a comprender y aplicar la IA, la digitalización y las nuevas tecnologías desde un enfoque práctico, realista y orientado a resultados.
En esta entrevista, hablamos con él sobre el presente y el futuro de la inteligencia artificial en la empresa, el papel de las personas en este proceso de cambio y las claves para integrar la tecnología de forma eficaz y responsable.
-Javier, ¿cómo comenzó tu interés por la inteligencia artificial y la transformación digital?
Mi curiosidad por la IA nació hace mucho, cuando estudiaba Ingeniría de Telecomunicaciones y empecé a conocer la matemática detrás de estas máquinas inteligentes. Más adelante, cuando trabajaba en proyectos en el sector aeroespacial y de defensa comencé a hacer la aplicación práctica de estos modelos y a medida que fui pasando por distintas posiciones en mi vida laboral, esa inquietud se extendió a la transformación digital: entendí que la clave no era la tecnología en sí, sino su impacto estratégico en el negocio y en las personas.
-¿Qué aprendizajes clave te han dejado esos años en el mundo corporativo?
Primero, que la cultura se come a la estrategia para desayunar: sin una narrativa convincente y un liderazgo cercano, cualquier iniciativa innovadora se diluye. Segundo, que los ciclos de adopción tecnológica son mucho más lentos de lo que parecen desde fuera; hay que equilibrar ambición con paciencia. Y tercero, medir el impacto en valor de negocio de las iniciativas innovadoras. Si no, no podemos hablar de innovación.
-¿Cómo ha evolucionado tu visión sobre la tecnología desde tus inicios hasta hoy, especialmente con la irrupción de la IA generativa?
He pasado de ver la tecnología como un “fin” a verla como un “medio” que debe ser utilizable por toda la organización. La IA generativa ha consolidado esta visión: ahora cualquiera puede prototipar soluciones en minutos. El reto ha dejado de ser “qué podemos hacer” y ha pasado a ser “qué debemos hacer y cómo lo gobernamos”.
-¿En qué punto están realmente las empresas españolas en cuanto a la implantación de la inteligencia artificial?
Hay luces y sombras. Los datos más recientes del Banco de España indican que casi un 20 % de nuestras empresas ya utiliza sistemas de IA, con especial concentración en compañías grandes y de servicios tecnológicos. Eso duplica la cifra de hace tres años y nos sitúa por encima de Italia, aunque todavía por debajo de Alemania. Aun así, la mayoría sigue en fase piloto; falta pasar de la experimentación a la industrialización y medir retornos claros.
-¿Qué errores frecuentes ves cuando una empresa intenta digitalizarse o integrar IA en sus procesos?
Hay varios errores comunes que suelo ver. Te doy tres ejemplos:
El primero sería dedicar recursos a proyectos “vistosos” pero con poco impacto en el negocio. El segundo, sería subestimar la complejidad del cambio cultural ya que la resistencia al cambio no es técnica sino humana. En tercer lugar, mencionaría el hecho de intentar hacer una transformación “radical” (de arriba a abajo) en vez de optar por enfoque de implantación más orgánico (de abajo arriba).
-Para una empresa que quiere empezar a aplicar IA, ¿cuál sería la primera recomendación que le darías?
Empieza por un caso de uso pequeño pero de alto “dolor” (por ejemplo, clasificación automática de incidencias de cliente) y construye una célula multidisciplinar: negocio, datos, tecnología y jurídico. Si el piloto genera ahorro o ingreso tangible en 90 días, tendrás la narrativa y el presupuesto para escalar y hacer que se “contagien” otra áreas de la empresa.
-¿Qué impacto tendrá la IA en el empleo y en los perfiles profesionales más demandados en los próximos años?
No va a destruir trabajo, va a transformarlo. Randstad estima que la demanda de ingenieros de datos, MLOps y especialistas en IA ética crecerá más de un 80 % en la próxima década. Al mismo tiempo, tareas repetitivas se automatizarán, así que veremos una polarización de habilidades: más valor para la creatividad, el pensamiento crítico y la capacidad de colaboración hombre‑máquina.
-¿Cómo deben prepararse los equipos humanos ante la automatización y la inteligencia artificial? ¿Es más una amenaza o una oportunidad?
La formación continua (y no solo técnica) es la póliza de seguros profesional de esta década. La oportunidad está en combinar la intuición humana con la capacidad de la IA para usar el conocimiento como palanca. Los equipos que abracen la mentalidad “learn‑unlearn‑relearn” verán la IA como un “exoesqueleto” intelectual, no como un sustituto.
-¿Qué puede esperar una empresa o entidad que te contrata como ponente? ¿Cómo sueles enfocar tus conferencias para que realmente conecten con el público?
Siempre entrego tres cosas:
- Contexto claro y rigor científico (qué es hype y qué es realidad).
- Casos prácticos adaptados al sector (siempre uso ejemplos de sectores específicos y clientes reales).
- Preparo a los asistentes para el “día después” de la charla, de modo que puedan poner en práctica lo que hemos visto juntos.
-¿Qué temas son los que más interés despiertan entre los asistentes últimamente?
Últimamente el foco está en las aplicaciones de la IA aplicada a la productividad interna y en el uso de la IA para mejorar la experiencia de cliente.
-¿Qué crees que no se está diciendo lo suficiente sobre la IA en el entorno empresarial?
Que no podemos esperar a tener todo claro para trabajar en la implantación de la IA. Es una tecnología rápidamente cambiante, pero eso no nos debe disuadir para empezar a utilizarla y para empezar a formar a nuestros equipos en el uso de la tecnología que cambiará el modo en el que trabajamos. El cambio ya está ocurriendo y ahora es el momento de subirnos a este tren.
Muchas gracias, Javier por concedernos esta entrevista.
Javier no solo domina el lenguaje de la tecnología, también sabe traducirlo para que las organizaciones puedan aplicarlo con sentido y estrategia. Escucharle en una conferencia es comprender mejor el momento de cambio que estamos viviendo y descubrir cómo aprovecharlo para crecer.
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